Por Elías Paillan, Observatorio Ciudadano.
Enero de 2010. El Consejo Superior de Educación de Chile (CSE), instancia que a partir de la entrada en vigencia de la Ley General de Educación pasará a denominarse Consejo Nacional de Educación, rechazó los programas de estudios de las lenguas indígenas aymara, quechua, rapa nui y mapuche por motivos “curriculares y técnicos”. Así lo dio a conocer hoy la Red por los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas de Chile, señalando, mediante comunicado público, que “esta resolución no puede pasar desapercibida en los pueblos indígenas que demandan la educación intercultural bilingüe”.
Manifiestan además que el tema del curriculum educativo, en este caso materializado en el programa de las asignaturas de lenguas indígenas, es una cuestión técnica-pedagógica pero también política y, por ende, de negociación permanente entre diferentes actores internos y externos, técnicos y políticos. Por lo mismo, aseguran, las organizaciones indígenas no pueden estar al margen de las decisiones respecto a sus lenguas.
Recuerdan que a pesar de que los pueblos indígenas demandaron ante la Ley General de Educación la representación indígena en el Consejo Nacional de Educación, la propuesta no fue acogida y hoy sigue pendiente. Lamentan no ser convocados a defender el planteamiento de sus pueblos ante el CSE, en decisiones tan importantes como ésta y recuerdan que los derechos políticos de los pueblos indígenas son reconocidos en el Convenio 169, y la participación indígena en las decisiones de políticas educativas es parte de la implementación de este Convenio, agregan.
Respecto del rechazo del programa, en lo específico, el informe público del CSE alude a cuestiones técnicas y recomienda la opción por el Alfabeto Unificado, poner énfasis en la interculturalidad y no en la multiculturalidad, precisar la secuenciación de los niveles de logros de los aprendizajes, así como especificar la metodología de enseñanza de la segunda lengua, observaciones que comparten plenamente, indican.
Sus propuestas
No obstante consideran que esta evaluación debe ser reconsidera a la altura de las exigencias y demandas de los pueblos, porque en ella se juega gran parte el destino de las lenguas indígenas, hoy amenazadas por la extinción como consecuencias de las políticas educativas que han favorecido la castellanización. Proponen para ello el rediseño del Programa de Educación Intercultural Bilingüe, con un equipo técnico y una contraparte indígena para así dar cumplimiento al Convenio 169; y porque cualquier programa de fortalecimiento de las lenguas indígenas no será posibles sin la participación activa de las comunidades hablantes y de sus organizaciones.
Respecto del cuestionamiento a los educadores tradicionales, señalan que para los pueblos indígenas el educador tradicional es una figura de consenso político y técnico, asumida también por la institucionalidad de la escuela y el Ministerio de Educación, a través de las políticas regionales, el Programa de Educación Intercultural Bilingüe y el Programa Orígenes, por lo que les parece extraño su cuestionamiento por parte del CSE.
Proponen además la disposición de recursos económicos del Estado para la enseñanza de las lenguas, implementación de la enseñanza de la educación intercultural bilingüe en todas las escuelas, con programas en marcha independientes del porcentaje exigido del 20% de presencia indígena, y además que se incorporen nuevas escuelas al programa.
Hacen también un llamado para que las organizaciones indígenas de los distintos pueblos se pronuncien respecto a esta resolución y de manera específica refuercen el rol de los educadores tradicionales en la enseñanza de las lenguas, considerando que el sistema siempre ha eludido su responsabilidad en la enseñanza-aprendizaje de las lenguas indígenas bajo la justificación de que no hay quién las enseñe.