2019 está siendo un año aciago para el departamento del Cauca de Colombia: según el balance del CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca), en lo que va de año se han producido 68 asesinatos, 179 amenazas, 15 atentados, 15 masacres, 7 acciones armadas en el propio territorio indígena, 6 hostigamientos y 6 reclutamientos forzados de menores por grupos armados ilegales, mientras que al menos 200 menores más están en riesgo de reclutamiento y se encuentran bajo la protección de las instituciones indígenas.
Las comunidades indígenas de Colombia tienen la competencia de la defensa de los territorios propios, y para ello cuentan con una institución, Kiwe Thegnas, la Guardia Indígena, que tiene entre sus características que no usa armas, utilizando en cambio el bastón de la autoridad otorgado por la comunidad. Pero en estos últimos tiempos en los territorios del norte del Cauca y Tierradentro grupos de narcotraficantes y disidentes de las FARC han multiplicado las amenazas a las instituciones y comuneros indígenas, asesinando a 15 dirigentes y guardias indígenas.
El pueblo nasa del norte de Cauca lleva años luchando por la recuperación de sus territorios ancestrales, pero han pagado cara la reivindicación digna y valiente contra la exclusión y represión sufrida durante siglos. Desde que el CRIC se creó en 1971 han sido cientos los nasa asesinados por grupos armados. Y a pesar de todo han seguido adelante con determinación, persiguiendo su sueño de construir una sociedad justa, luchando por los derechos humanos y por su identidad, revitalizando su lengua y su cultura, siempre desde el respeto a la madre tierra. Y lo han hecho con valentía, con la palabra y la sangre, sembrando la tierra con los compañeros y compañeras caídos en el camino. Siempre adelante, sin desesperar ni doblegarse, sin perder la esperanza.
La subida al poder del presidente Duque dio al traste con el acuerdo de paz firmado por el presidente Santos y que tanto había costado. Los movimientos sociales e indígenas de Colombia se han movilizado para intentar conseguir que los acuerdos de paz se cumplan, pero lo cierto es que no ven que esto vaya a ocurrir.
Los que firmamos esta carta llevamos casi 10 años colaborando con la comunidad indígena nasa en el proceso de revitalización de su lengua nasa yuwe, sobre todo en Tuunxiwxu-Toribio, en el Cauca norte. Los cursos de formación en que colaboramos en Tuunxiwxu han tenido que interrumpirse por falta de seguridad. Desde aquí observamos con verdadera consternación e impotencia cómo amenazan, golpean, atacan, humillan y asesinan a nuestros amigos.
En respuesta a esta situación en Colombia se ha convocado una movilización general para el 21 de noviembre para denunciar la violencia y pedir que se cumplan los acuerdos de paz. Nosotros desde aquí queremos también sumar nuestras voces a esta iniciativa e invitamos a los que así lo deseen a asistir el 23 de noviembre en el crómlech de Egiar, en Oiartzun, a las 11 de la mañana al acto que llevaremos a cabo. Desde ese lugar sagrado enviaremos a un mensaje de solidaridad y pediremos a los ksxaw’ex (espíritus) que cuidan a la madre tierra que protejan a nuestros hermanas y hermanos.
Se han sumado a la declaración:
- Asociación Colombia-Euskadi
- EH Bildu
- Elkarrekin Podemos Legebiltzar taldea
- Garabide Kultur Elkartea
- Gipuzkoako Foru Aldundiko Nazioarteko Lankidetza Zuzendaritza
- Mundubat Fundazioa
- Munduko Hizkuntza Ondarearen UNESCO Katedra
- Oiartzungo Udala