Catarina Pedro: ¡Acá saben comer bien!

2008

Hola soy Catarina Pedro Francisco soy de Guatemala y formo parte de uno de los 22 pueblos de la cultura maya. Soy Maya Q’anjob’al. En total son 25 los idiomas que se hablan en Guatemala, porque es un país con diferentes culturas o grupos étnicos que tienen su particular forma de vivir y entender la vida.

Soy profesora de enseñanza media en contextos multiculturales. Actualmente trabajo en le ministerio de educación con niños, jóvenes y docentes promoviendo la educación bilingüe intercultural que es el modelo que se está llevando a cabo en Guatemala. Estoy aquí también porque represento a la fundación Rigoberta Menchú Tum, que trabaja en un proyecto de formación de profesores para que en un futuro puedan dedicarse a la enseñanza de la lengua maya. Soy beneficiaria de una beca que es un proyecto que está financiando la ONG Mugen Gainetik. Es un proyecto promovido después de la una guerra interna entre el gobierno y la guerrilla que duró en Guatemala 36 años. Después de la guerra se firmaron siete acuerdos de paz y uno de ellos es sobre la identidad y derecho de los pueblos indígenas. A partir de allí, muchas organizaciones internacionales han ayudado financiando proyectos a favor de la recuperación de las lenguas indígenas, formando profesores, impulsando la artesanía, los trajes típicos…

Lo que yo percibía del País Vasco es que también acá como en Guatemala había mucha diversidad, pero me he dado cuenta que lo que más está fortaleciendo el pueblo vasco es su lengua. En Guatemala una cultura tiene muchos elementos a parte de la lengua, como su cosmovisión, su espiritualidad… En el País Vasco, el corazón de la cultura vasca es la lengua y los vascos se sienten muy orgullosos del euskara.

El Programa de Intercambio Cultural como tal no lo he visto tan bien. Aunque se llama Programa de Intercambio me he dado cuenta que hemos escuchado más que compartido. Sólo un 15% de las experiencias las hemos aportado nosotros. Ha sido una participación de ellos contándonos sus experiencias, llevándonos a ver diferentes instituciones… No ha sido un intercambio bien equilibrado.

Pero lo que sí llevo del pueblo vasco es una fortaleza, unas ganas de trabajar por mi idioma ya que en Guatemala los idiomas mayas no son oficiales. La constitución dicta que el idioma oficial es el español y las lenguas vernáculas son sólo patrimonio cultural de la nación. Así, tampoco nos reconocen como mayas según la constitución, aunque en realidad el pueblo maya en Guatemala es mayoritario.

Aquí tienen una gran oportunidad de ir fortaleciendo el euskara por que en primer lugar, el idioma es oficial, en segundo lugar es un país industrializado, con una economía muy fuerte y tienen todas las posibilidades de crear programas y organizaciones para fortalecer la lengua. En Guatemala la situación es mucho peor, hay una gran pobreza debido a la mala gestión del gobierno que sólo favorece a una élite que funciona según sus intereses.

Lo que más me ha gustado de lo que he visto en el País Vasco es la danza, la gastronomía y el vino. !Saben comer bien! !Pero fuman muchos cigarrillos! También me gustó la visita a la sidrería, cuando aprendimos a decir “txotx” y ¡rápido recibir la sidra de la kupela!

Maria Farinango: …compartir, dar y recibir

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Saludos a todos, mi nombre es María Farinango. Soy Kichwa de Ecuador de la zona de los Andes. En Ecuador tenemos 13 pueblos o nacionalidades con sus particularidades. Los Kichwa tenemos una academia de nuestra lengua y yo me dedico a la educación intercultural bilingüe, que lleva ya más de 20 años en funcionamiento y que fue impulsada en un principio por el movimiento indígena. La educación se denomina bilingüe, pero se lleva a cabo en castellano. Aunque la lengua materna de la mayoría de los niños es el kichwa, sólo ocupa una hora de todas las lectivas en la escuela. Así, nos hemos dado cuenta que tenemos que dar pasos diferentes para el fortalecimiento de nuestra lengua y estamos pensando en modificar lo curriculums y que la educación se estructure desde nuestra visión. Aparte de la lengua, queremos otros elementos de nuestra cultura como la cosmovisión y la medicina natural sean tratados también en el ámbito educativo, porque cada pueblo tiene su sabiduría.

Conociendo la experiencia de el País Vasco me doy cuenta que también ha costado mucho trabajo que el euskara esté en los espacios educativos y en el espacio laboral. Pero también percibo que lengua vasca tiene un apoyo político y económico para que se pueda fortalecer en todo los espacios.

Me he reafirmado muchísimo en la idea de compartir, dar y recibir. Ha sido muy enriquecedor. He visto que para crear una sociedad equitativa es necesaria la diversidad.

Creo que nos une un objetivo común de seguir vivos como pueblos. Hay evidencias de que nosotros también existimos desde hace más de 6.000 años. Y me reafirmo que todos los que hemos estado en las zonas geográficas montañosas y no tan accesibles a los conquistadores nos ha ayudado a sobrevivir. Es la condición que nos ha ayudado a resistir.

También me he dado cuenta que no estamos solos, que hay muchos pueblos originarios con muchas cosas en común y que reivindican una vida normal dentro de su cultura.

En el País Vasco he visto una sociedad presionada al modernismo, a la vida rápida y esquematizada pero a la vez muy unida a su historia. En Ecuador la vida va mucho más despacio, natural, pero eso no equivale que no estamos haciendo nada.

Cuando visitamos la sidrería me di cuenta que aquí también hay tecnologías ancestrales en la producción de los productos, que son casi rituales. Me gustó mucho la sidra pero prefiero la chicha, nuestra bebida hecha de maíz.

Sandra Caceres: Podremos evitar algunos tropiezos

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Hola soy Sandra Cáceres, vengo de Bolivia y soy de origen Kechwa. Mis padres eran kechwa hablantes pero lastimosamente no me enseñaron por el desprestigio social que el kechwa sufre en mi país. Yo soy capaz de entenderlo pero no de hablarlo, pero mi hijo sabe hablarlo y ahora tengo que aprender.

No soy lingüista de profesión, soy socióloga y trabajo en el Ministerio de Educación y Cultura de Bolivia y formo parte de una comisión que está trabajando en la creación e implementación de universidades indígenas. Son universidades diferentes a las tradicionales, ya que van ser enseñadas en lenguas originarias: el aymara el kechwa y el guaraní, que son los tres idiomas más hablados en mi país. Es por eso que estoy aquí.

Cuando me invitaron a este segundo intercambio organizado por Garabide yo no sabía mucho. Pero cuando llegué acá me encontré con todo una organización que se había hecho en torno a la lengua. Me nutrió mucho participar en este intercambio. Como no sabía mucho de realidades lingüísticas tenía algunos conceptos erróneos que he ido aclarando en todo este proceso. Me han sorprendido todos los programas e instituciones que hemos visitado y que trabajan a favor de la lengua vasca o en lengua vasca. En Bolivia no existe eso porque la lengua está desprestigiada. Ahora con nuestro presidente Evo Morales estamos haciendo algunos trabajos: la implementación de universidades indígenas, la nueva ley de educación o la constitución política del estado que también va a entrar en referéndum en enero. Los vascos habéis creado un montón de actividades para favorecer la normalización de la lengua y para eso no todo es tener recursos económicos sino también imaginación.

Participar en todo esto me mostró que estamos en un proceso y que vamos por buen camino y que necesitamos recuperar nuestras lenguas indígenas como parte de nuestra identidad. Teniendo en cuenta que nosotros no entendemos la lengua como el único elemento de nuestra identidad, tenemos toda una cosmovisión entorno a eso, y hay que luchar para que se mantenga. Pero también me valió para percibir que tenemos que ir mejorando algunas cosas. Nos hemos dado cuenta que la enseñanza intercultural bilingüe no es adecuada porque te enseñan el idioma, no en el idioma. Con la nueva propuesta de ley queremos que en nuestras universidades se enseñe en kechwa, en aymara y en guaraní.

He visto además que sólo con implementar la enseñanza en nuestros idiomas no va a ser suficiente para darle a las lenguas el estatus social que necesitan. Entonces tenemos que ir viendo otros procesos que nos ayuden a ver cómo se les puede dar utilidad social a las lenguas.

También me dado cuenta de la importancia de la traducciones, cómo traducir los contenidos trayéndolos a nuestra realidad pero sin cambiar de contexto.

Hay mucho material que me estoy llevando y creo que en mi país tengo que socializar lo que he visto. No se trata de copiar, porque las realidades son muy diferentes, pero si seguimos ciertas pautas que he percibido, podremos evitar algunos tropiezos. Nosotros no tenemos los recursos económicos que hay aquí y ése es un factor bien importante a la hora de revalorizar cualquier lengua. Pero estamos en un contexto muy adecuado con el gobierno que tenemos ahora para emprender nuevos proyectos.

Lo que más me ha gustado han sido los paisajes rurales del País Vasco, ¡pero todo ha ido a la velocidad de un rayo! Ha sido un ritmo muy rápido.

Pedro Escurra: Ignoraba la situación de otras lenguas indígenas

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Yo soy Pedro Escurra, vengo de Paraguay. Soy licenciado en filosofía y lengua guaraní. Además soy miembro del Ateneo de lengua y cultura guaraní que es una institución que tiene más o menos 24 años de vida y que enseña la lengua guaraní y a disciplina de antropología en todo el país. Tenemos más de cien sucursales en diferentes ciudades y pueblos de Paraguay.

Al principio íbamos a venir seis profesores del Ateneo, pero debido al tiempo de duración del programa, la mayoría desertaron porque en Paraguay estamos en exámenes finales.

La expectativa que yo tenía era que la lengua vasca era una lengua milenaria que se hablaba en todo el País Vasco, pero más allá de eso ignoraba todas las cuestiones políticas que impiden la utilización del euskara por los vascos. También ignoraba la situación de otras lenguas indígenas de Latinoamérica. No pensaba que tuvieran tantas dificultades como nosotros, para mí el guaraní era un problema existencial. Pero me encuentro con la sorpresa de que hay lenguas como el maya y el kichwa que aunque se hablan en territorios políticos diferentes tienen un organismo regional que pueda normalizarlas. La impresión que me llevo es que cada uno se aferra a su dialecto y no tiene ninguna voluntad para normalizar las lenguas y puedan seguir viviendo eternamente. Ya que estando como está la situación, las lenguas morirán por partes, por dialectos. En este aspecto me parece una gran labor la que se hizo aquí unificando el euskara y creando el euskara batua.

Después de este intercambio me he dado cuenta que hay lenguas que tienen problemas mucho más serios que el guaraní, pero que todavía queda mucho por hacer. Y eso me abre un entusiasmo para seguir trabajando por el guaraní con más entusiasmo, más fuerza y más dedicación.

Lo que me ha impresionado de este viaje es la terrible humedad que hay aquí. No se si por los años que tengo, pero me ha afectado. En Paraguay hay temporada de lluvia pero, cuando sale el sol desaparece la humedad rápidamente. Aquí no es así, ¡uno tiene que ir acostumbrándose a la humedad!

Celestina Carilao: Me ha despejado muchas dudas

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Hola soy Celestina Carilao, vengo de Wallmapu, territorio mapuche del lado chileno. De profesión hago varias cosas: soy profesora de historia de secundaria y trabajo con chicos de 14 a 18 años. Últimamente también me dedico a trabajar con diferentes organizaciones sociales para sensibilizar acerca de la importancia de la lengua como elemento fundamental de nuestra identidad.

Antes de venir a Euskal Herria había leído un poco sobre la realidad política. De hecho, el año pasado ya había estado en Donostia y ya tenía una imagen un poco parcial sobre la lengua. Sabía que existían medios de comunicación en euskara, las ikastolas… Pero este intercambio me ha permitido conocerlos en directo. Si tuviera que resumir lo que he visto en dos palabras sería militancia y emprendimiento. Me he dado cuenta que la lengua en el caso vasco es fundamental, todos los vascos se identifican como vascos a través del euskara. No es sólo un vehículo de comunicación sino parte fundamental de la identidad.

Los distintos proyectos que se han llevado a cabo para revitalizar el euskara son mucho más amplios que en mi realidad, pero el hecho de estar aquí nos ha ayudado, a la mayoría de nosotros, a despejar algunas cuestiones como el bilingüismo. Nos hemos dado cuenta que el bilingüismo al final siempre va a permitir que siga predominando la lengua mayoritaria, en este caso el español y la lengua minorizada va a seguir siendo minorizada.

No se trata de calcar o de imitar las experiencias que se están ando aquí, pero creo que el hecho de visitarlos tan de cerca nos va a permitir que los procesos que allí se podrían demorar 40 años ahora ya se hagan en 20. Me ha despejado muchas dudas y me ha confirmado que voy por buen camino.

Me ha gustado mucho la fiesta vasca, he podido ver los bailes en directo y es algo que la gente lo hace de corazón. También me ha gustado la sidra y sobre todo el “txotx” y que abrieran la sidrería para nosotros es un gesto que me pareció fantástico. En un primer momento me pareció muy frío todo, pero cuando ya entras en contacto, los vascos son muy amables.

Leonel Cerruto: Me queda una pregunta, ¿Hacia donde quieren ir?

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Mi nombre es Leonel Cerruto, soy kechwa de Bolivia y trabajo en la prefectura de Oruro. También soy parte del equipo que impulsa la creación de la universidad intercultural indígena Kawsay.

Mis expectativas al venir acá eran conocer la experiencia del pueblo vasco en lo que es la educación superior, sobre todo aquí en Mondragón ya que es una universidad vinculada al cooperativismo. Me interesa mucho ver cómo han podido sacar adelante un sistema de producción cooperativo con la cantidad de empresas que ya han traspasado los continentes.

Lamentablemente el tiempo no ha alcanzado para conocer todo. Me hubiera gustado ver cómo funciona esta universidad por dentro: los contenidos curriculares, las relación con el sistema productivo cooperativo, cómo son las prácticas de los estudiantes en las empresas cooperativas, cómo financian sus investigaciones…

En cuanto al proceso de normalización que ha vivido el euskara, me parece impresionante el trabajo que se ha hecho como pueblo para construir un país en todos los aspectos de la sociedad. Se han desarrollado muchísimas instituciones para fortalecer la lengua. Nosotros estamos muy lejos de eso, entre otras cosas porque le nivel de prioridades es diferente. Pero me llevo demasiadas impresiones que todavía no me ha dado tiempo a masticar. Me ha faltado más tiempo para compartir y digerir todo lo que hemos visto, ¡tal vez alrededor de un patxaran!

Los vascos me causan impresión, tal vez porque son demasiado brutos para levantar cosas tan pesadas. Pena que no haya ido a ninguna fiesta y haya visto más aspectos de la cultura y la vida vasca. Solamente nos han llevado a trabajar día y noche, ¡como buenos vascos! Pero también me queda una pregunta: ¿Hacia donde quieren ir? ¿Quieren seguir el mismo camino que la sociedad moderna y desarrollada que el sistema nos ha enseñado o tienen otro horizonte?

Hilda Toaquiza: ¡Cuánto hemos aprovechado la experiencia en el País Vasco!

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Cuánto hemos aprovechado la experiencia en el País Vasco! Ha servido bastante. Hemos compartido con nuestro pueblo en Cotopaxi.

De lo que hemos visto, para mi personal opinión el tiempo era bien planificado. Hemos ganado, hemos aprendido, y conocido.

Los vascos nos han tratado muy bien en el aprendizaje, y en general durante los quince días que estuvimos.

Hemos tenido un horario completo y así alcanzado a hacer todo, eso es lo mejor para nosotros. Con el trato que nos han dispensado, con la colaboración en los recorridos, viajes, conociendo el país… Yo personalmente estoy muy agradecida. Si hubiese dado más tiempo y hubiéramos tenido visa nos hubiéramos quedado para seguir aprendiendo, conociendo los canales de televisión y medios de comunicación. La comida, todo variado. Eso es lo que sí ayuda mejorar y a mantenerse bien de salud. Mejor os cuento: yo me he engordado con la comida de ustedes, aunque ahora aquí en mi tierra ya me estoy haciendo flaquita.

De sus costumbres la que más me ha llamado la atención es que la mayoría de vascos consume muchos cafés en los bares. La música también me ha llamado la atención. Es costumbre de cada pueblo la música entonada con sus propios instrumentos. Llama la atención la música nativa del País Vasco, como que no han recogido las canciones de otros países.

El precio de todo era muy costoso. El euro costaba bastantes dólares. Las ropas son bonitas, coloreadas, de algodones bien figurados, pero muy costoso, carísimo. Pero estoy muy contenta.

Abrazos para todos.

Yupaychani shuk ukllari tukuy kinkinkunapak llankaymanta.

Kutichipanki.

Hegonaldiko apunteak

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Laneko irtenaldian ezer idazterik ez zitzaidan burutik pasa. Baina Sao Paulon opari berezi bat izan nuen, eta idaztea eskatu zidan zerbaitek, lagun gertukoenekin elkarbanatzeko. Horrek, hurrengo egunetan ere bizitakoa biltzeko jarrera jarri zidan, eta bueltako hegazkinetan ez nuen besterik egin.

Uste dut gehitxo dela hamar egunetarako, gutxi idaztekoa izan naiz, eta idazterakoan letra gutxikoa. Hauek ez dira lau urte lehenago Brasilen denbora askoan bildutako tantak bezain destilatuak. Denbora tarte gutxian osatuak dira, zakarrago. Bereziki Garabideko lanerako gogoetak dira Ekuador eta Boliviako luzeenak. Baina tartean denetik sartu da, hamar egunean bizitako intentsitatearen erakusgarri. Ale batzuk baldin badaude, lastoa berez eroriko da.

Dena irakurtzeko jo hona.

Jaqueline Caniguan: Un gran aporte en mi trabajo de revitalización del idioma mapuche

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En Noviembre del año 2007, recibí una invitación de parte del grupo Garabide, de Euskal Herria. Un viaje que sin duda alguna ha sido y es un gran aporte en mi trabajo por la revitalización del idioma mapuche. Esta lengua, se encuentra minorizada y en situación de desmedro frente al castellano. Idioma impuesto desde los tiempos de la conquista española y que ha venido sufriendo pérdida de prestigio social principalmente entre nosotros los hablantes, principalmente por los efectos de la discriminación que se vive como pueblo indígena de Chile. Describir todos los hechos que han llevado a la lengua a este estado es largo de detallar. En esta ocasión quiero compartir cómo hemos ido avanzando en reconocer el valor de usar y sentir nuestra lengua, la de nuestros padres, abuelos y antepasados y el valor y el triunfo que hay en que nuestros hijos y los pequeños que vienen la hablen, la vivan y la sientan en el paladar y el corazón.

Conocer a Garabide y su grupo de personas que trabajan, con tanta pasión, y sobretodo compartir con el pueblo vasco sus experiencia de recuperación del euskera, ha sido para mi un aliciente y un ejemplo a imitar no solo en mi trabajo como profesora y lingüista sino también en mi vida personal y mi participación en organizaciones sociales del pueblo Mapuche.

Cuando regresé de Euskal Herria fue como haber recibido una inyección de ánimo y energía, en transformarse en militante de la lengua mapuche. Un actuar que trascienda el discurso y se constituya en acción. En principio comencé con mis vecinos pequeños a quienes durante sus vacaciones invito a jugar con mi hijito y los juegos y conversaciones los hacemos en idioma mapuche. Ha sido una grata experiencia a nivel personal, porque puedo ver como los niños y niñas disfrutan cantando y jugando en una lengua que sólo hablaban sus abuelos. Esto en el plano de la vida personal.

A nivel de la organización en la que participo, Identidad Lafkenche, la lengua ha ido poco a poco instalándose en el discurso de los participantes de la organización. Existe un equipo de comunicadores que realizan microprogramas radiales, que en principio sólo iban en castellano, hoy ya son bilingües. He dictado charlas a los jóvenes, transmitiendo la experiencia aprendida y vivida en el País Vasco. Me he basado en los materiales recibidos durante la experiencia de intercambio, y he testimoniado lo que observé y compartí mientras estuve por allá. Creo que antes de visitar Euskal Herria no había sentido el valor de vivir mi lengua materna, hoy más que nunca creo que uno pueda contribuir a su pueblo, a su lengua y sentirse parte de una nación, a través del uso de su idioma. Mi madre decía siempre que “la palabra hay saborearla” y no había comprendido la intensidad de su consejo hasta compartir con el Pueblo Vasco, con sus jóvenes, con sus lideres, sus organizaciones y empresas, con el Grupo Garabide, que nos estrecharon una mano, nos abrazaron con su experiencia y su ejemplo.

Quisiera decir mucho más, pero hay en mi lengua les digo: Pu Garabide chaltumay pu lamngen tami mangeluwün, Peuküleayu. (Amigos de Garabide, muchas gracias por su invitación. Nos seguimos encontrando siempre).

Jaqueline Caniguan Caniguan hizkuntzalari eta irakaslea da. Txileko estatuaren baitan dagoen Walmapu herrikoa